Cry(ing)stal @ACryingCrystal

El reloj de arena vuelve a girar; la arena de la que tanto me costó zafarme quiere volver a sepultarme. La historia tiende a repetirse y el dolor vuelve a surgir de la misma cicatriz. El miedo me atrapa, me oprime. A fin de cuentas, la culpa es mía. Soy yo el que está mal.

En última instancia, son los ojos quienes determinan nuestra postura hacia la vida. Pues es esta perspectiva la que condiciona toda acción. Nos importa nuestra visión del mundo y no lo que, en esencia, sea este.

Ni siquiera sé ya que es. Si es que alguna vez lo supe... Esa garra que atrapa tu corazón, esa sombra que se cierne sobre tu alma y eclipsa hasta la más cándida luz, esa apatía ante el vivir. Verdaderamente hace añicos la mente, y deja tan solo cristales rotos. Perdido.

Ese cálido olor a madera ardiendo en el corazón de los hogares y de los calderos que cocinan castañas. Ese cobrizo color que inunda desde las copas de los árboles al pavimento de las ciudades y los pueblos. Esa gradable sensación del viento invernal. Da gusto sentir el otoño.

Otro texto de mí para tí. Como siempre. Mi cobardía me impide salvar la distancia entre nosotros. Así que estas palabras se quedarán atrapadas en el hogar de mi alma. Te añoro. Te quiero. Te amo. Todas esas cosas que se dicen para expresar este concepto inefable llamado amor.

¿Qué es la vida? Hagamos énfasis en esta pregunta. ¿De qué trata tu existencia? ¿Cuál es la razón por la que te despiertas día tras día? No he de ser yo quien formule la respuesta. Tu tampoco, quizás. Pues la vida no va de espadas y poetas. Ni de héroes y tumbas. O tal vez si.

Curiosamente no olvidar un desamor te impide recordar cómo se ha de querer y como ser querido. Mientras el dolor siga instaurado en tu corazón, no habrá hueco para nada más. Se debe pasar página entonces. Y quizá sea cuestión de tiempo. O el tiempo sea la cuestión.

Hay días tontos en los que es mejor no levantarse de la cama. Hay días en los que te levantas para nada. Hay días en los que no hay nada que te levante. Muchos tipos hay de días, pero días en si no hay tantos. Noches creo que solo hay unas, pues los días siempre acaban igual.

Vaya día tonto. Ese amanecer en el que es mejor no despertarte y seguir forjando sueños, no realidades. Ese momento en el que te decepcionas a ti mismo al igual que a los de alrededor. Ese pensar pesado de que no se merece ser amado. Día en el que sueño con soñar eternamente.

Hogar. Aquel lugar en ninguna parte, donde los corazones latan con hechizos, pócimas y brujería. Donde espadas de hielo y fuego colisionen al ritmo de la guerra. Donde el nombre de las cosas no suene vano, y la magia forge el camino. Un mundo en el que habiten los sueños.

open.spotify.com/track/4kJP8Z88…

¿Qué somos? Somos aquello que ya no tenemos. Somos aquello que los demás guardan de nosotros. Somos aquello que vuelve a pasar por el corazón. Aquello que dejamos atrás. Y a la vez lo único que se queda.

¿Puede un concepto ser inefable y ser concepto simultáneamente? La respuesta es nada.