Una parte importante del problema que tenemos es no entender cómo funcionan los mecanismos de adoctrinamiento en nuestra sociedad. Aumenta el machismo o los extremismos entre los jóvenes. Nosotros, automáticamente: ¿qué se enseña en la escuela? Pues resulta que hoy...
en la escuela, se enseñan más contenidos relacionados con el franquismo o el totalitarismo o los derechos de la mujer que hace 20 o 30 años. Mirad un libro de texto hoy y otro de hace 20 años. Pero es que poco importa lo que diga, haga o trabaje el docente. Les resbala.
Porque al llegar a casa verán a un padre gritando desaforado si sale Pedro Sánchez en la tv o, sobre todo, el video de moda del youtuber de moda de que "nos invaden los moros", o el último bulo propagado, o al colega diciendo que Franco es "antisistema", o escucharán
la canción de moda ultramachista, o el influencer hablando de la falta de seguridad, que se pagan muchos impuestos y que mejor arrasar con lo "woke". Y ante esa abalancha mediática y social, el pobre docente en su hora de clase, con 30 alumnos por aula, poco o nada puede hacer